martes, 24 de agosto de 2010

Y Aznar llegó a Presidente (I)

Me encuentro leyendo estos días el libro sobre el mejor Presidente del Gobierno que ha tenido España, José María Aznar, escrito por el genial Miguel Ángel Rodríguez, que llegó a ser Secretario de Estado de Comunicación y Portavoz del Gobierno por entonces, y que vivió en sus carnes todos esos años por ser encargado de la comunicación y estrategia de Aznar en todo momento.

El libro relata los difíciles inicios de Aznar en política y describe con todo lujo de detalles primero cómo se hace con el control de Alianza Popular, después cómo llega a ser Presidente de la Junta de Castilla y León, y posteriormente el asalto al castillo socialista de Felipe González.

Quiero recordar cómo era la España del socialismo de entonces; la España de la incultura y del mínimo esfuerzo, de la factura con IVA o sin IVA, de la manipulación de Televisión Española (la única al principio), de la brutal crisis económica y de los escándalos de corrupción de Filesa, los GAL, Mario Conde, etc etc. Un socialismo que se aferraba al poder controlando medios e instituciones y echaba a los jueces encima del Partido Popular.

Mis próximos post tratarán sobre aspectos de este gran libro. Creo que no se ha hecho justicia con el mejor Presidente del Gobierno que ha tenido España, con el hombre que transformó Alianza Popular en un partido de centro y que convirtió a una sociedad vaga e inculta en trabajadora y feliz.

Aquí dejo un fragmento de sus inicios en Castilla y León; no tiene desperdicio:

"Nada más llegar a Ávila, Feliciano Blázquez y Rufino Yuste, se lo llevaron a las afueras de la ciudad. Salirse a los arrabales de Ávila no es muy difícil, pero Aznar no sabía que le habían llevado a un barrio; ¡no tenía ni idea de cómo era Ávila!. Y le dijeron: "Ale, a repartir folletos, chaval". Aznar se puso en medio de una calle por la que no pasaba nadie, y cuando miró atrás para cerciorarse de que Feliciano y Rufino seguían ahí, se encontró más sólo que la una.

Estaban los dos detrás de una esquina, partidos de la risa: "que se ponga a repartir folletos a nadie, que nosotros nos vamos a tomar un café". Allí le dejaron, con la esperanza de que a los diez minutos cogiera el coche y se volviera para Madrid echando leches, a llorarles a los de "callegénovatrece" por el maltrato de los abulenses.

Cuando regresaron al lugar del crimen, el tipo del bigote seguía en medio de la calle, y no sólo había repartido todos los folletos, si no que se había encarado con la gente para pedir el voto a Alianza Popular.

No iba a ser tan fácil librarse de él..."

miércoles, 11 de agosto de 2010

Mis ratos libres... en verano

Como este es un blog un tanto personal y llevo bastantes post sobre política, voy a contaros alguna cosilla sobre mi tiempo libre en verano.

Tampoco hay mucho que contar; que cualquier salmantino reduce su ajetreo habitual en estas fechas al encontrarse mucha gente en sus pueblos, chalets o estudiantes en su ciudad de origen. Incluso hay salmantinos que cambiamos nuestros hábitos y aprovechamos para hacer cosas que hacemos menos en invierno por falta de tiempo... por ejemplo descansar.

Este verano estoy aprovechando para hacer deporte, leer algún que otro libro, y progresar con mi guitarra. Todo ello bastante relajado, y es que hay que cargar pilas para el curso.

En cuanto al deporte, creo que es sano y siempre me ha gustado, si alguien se anima a salir a correr algún día o echar un partidito de fútbol, que me avise. De libros me he leido "El Método Obama"  y os lo recomiendo al 100%. Es un libro que explica las técnicas que han llevado al éxito al Presidente de EEUU y las aplica a la vida cotidiana de cualquier persona. Digamos que nos ayuda a cuidar la imagen, el trato personal con los demás y aspectos de nuestra autoestima y comunicación. Ahora estoy leyendo "Y Aznar llegó a Presidente", ya os contaré... La guitarra eléctrica es otra de mis aficiones, y ahora me he juntado con unos amigos para tocar juntos "y a ver qué sale...". Además, algún rato perdido me veo algún capítulo de "Padre de familia", "Me llamo Earl" o "How I met your mother".

Poco más, ya tengo ganas de que deje de hacer tanto calor y llegue septiembre con las ferias y fiestas de Salamanca y "la vuelta al cole" para volver a veros a todos...

martes, 10 de agosto de 2010

"El Estado tiene que recuperar competencias que afectan a los derechos de todos los españoles"

Ayer vimos como el Departamento de Estado de EEUU alertaba de que en Cataluña y Baleares se vulneraban los derechos fundamentales al imponer el rechazo a una lengua oficial como el castellano desde las Administraciones Públicas.

Hace un par de semanas veíamos como la fiesta nacional por autonomasia, con reconocido valor cultural e histórico, era prohibida en una Cataluña bajo el amparo de la autonomía legislativa de su Parlamento y sus competencias.

A diario vemos como las tensiones entre CCAA y Estado central son evidentes, y muchas veces se enfrentan al pedir las CCAA cada vez más competencias y más financiación que la Comunidad vecina, haciendo añicos el principio de solidaridad que establece la Constitución Española. Desde el punto de vista del ciudadano, vemos como muchas veces las Administraciones se pasan la pelota de unas a otras y se escudan en que desde sus competencias nada pueden hacer por nuestros problemas.

Pues bien, estos tres casos concretos; el uso del castellano, los toros y las competencias de las CCAA, son ejemplos que nos llevan a concluir que no existe una regulación suficientemente clara en nuestro ordenamiento jurídico que delimite las competencias de cada ente territorial y que asegure el respeto de derechos fundamentales en todo el territorio.

Lo que sabemos hasta ahora es que la Constitución Española establece un amplio marco que conjuga las competencias exclusivas del Estado (art. 149) con la autonomía de las regiones en que se divide España (art 148), así como el reconocimiento de una serie de potestades a los Entes Locales, administración importantísima por ser la más próxima al ciudadano (arts. 140 y siguientes).

A lo que voy es que la Constitución establece un marco general que debe ser concretado por otras Leyes. No nos podemos quedar ahí y dejar al libre albedrío de la interpretación de unos cuantos qué competencias tiene cada administración territorial. En especial me preocupan los derechos fundamentales recogidos en la Constitución; creo que esos derechos deben ser regulados por el Estado central y debe haber una regulación que garantice su cumplimiento en la totalidad del territorio español para que casos como el de la discriminación del castellano, la prohibición de los toros o la insolidaridad de las CCAA no se vuelvan a producir. El ordenamiento jurídico debe obligar a todas las Administraciones a cumplir y hacer cumplir que los derechos de todos los españoles son respetados.

Dicho con otras palabras, el Estado debe asegurarse por medio del la ley, la regulación de competencias que afectan a los derechos de todos los españoles (Título I de la CE) y debe asegurar por medio de eficaces mecanismos que se respetan derechos fundamentales en todo el territorio nacional, inclusive el respeto a la lengua. Esto sin perjuicio de las competencias que originariamente corresponden a CCAA, o aquellas que por el principio de subsidiariedad puedan acabar regulando, pero aquello que afecta a todos y que debe ser respetado en toda España creo que merece ser regulado y vigilado por el Estado.

domingo, 1 de agosto de 2010

Somos como somos

Me llama la atención que para criticar a nuestros representantes públicos muchas veces se recurra a cuestiones opuestas.

A un político se le presupone formación y capacidad suficiente como para gestionar correctamente los recursos de los ciudadanos y representar al común dignamente. Si un político no tiene carrera universitaria es blanco fácil de las críticas, igual que si por algún motivo pone en entredicho su valía. Me vienen a la memoria aquellas declaraciones de la Ministra "Maleni" que a continuación os dejo (no tienen desperdicio)



Si por el contrario un político es una persona de reconocido prestigio, con una amplia formación se le va a criticar por no representar la realidad social, por estar alejado y no sufrir los mismos problemas de la gente de a pie.

Sinceramente creo que la solución está en el punto intermedio. El equilibrio entre ambas opciones es complicado y si alguien quiere criticar al político lo va a hacer igualmente. Pero creo que una buena formación no excluye ser conocedor de los problemas de la gente y vivir como lo haría la mayoría. Una vez escuché una frase de alguien que me va a perdonar que no le recuerde, decía que el buen político es capaz de convencer al catedrático de universidad con las palabras que utiliza el bedel de la facultad. No quiero ser clasista si no práctico, y todos me vais a entender si así me expreso.

La cuestión está en el aire... ¿los representantes públicos tienen que ser como sus representados o se les exige una formación y comportamiento superior?

Podemos entrar en un debate sobre los tipos de líder... Líder al que siguen por su inteligencia y capacidad, o al que le siguen porque la gente se siente identificada con él... No quiero extenderme; en cualquier caso, y parafraseando un spot de una conocida marca de telefonía, creo que es muy importante recurrir al...

"Somos como somos, porque eres como eres"