lunes, 6 de junio de 2011

¿Qué encierra una gran victoria?

Tras las elecciones municipales y autonómicas del pasado 22 de mayo, España se tiñe de azul y el Partido Popular consigue una victoria histórica. Pero este triunfo encierra mucho más que unos datos evidentes y no es náda fácil aprovechar un boomerang de confianza de semejante calibre. La gente nos va a mirar con lupa.

Podemos tener claro que los ciudadanos nunca se equivocan; esta victoria sin duda avala un gran trabajo, pero también deslegitima las tácticas de los que recurren al insulto fácil, y confirma que la única voz válida en democracia es la del pueblo en las urnas. Pero todo lo que sea recurrir a la euforia hará que de la responsabilidad pasemos a la relajación y el boomerang se vuelva directo a nuestras cabezas.

En la capital salmantina, Alfonso Fernández Mañueco consigue lo que ningún partido había conseguido en la historia de la democracia: 18 concejales. Para mayor gloria, el Partido Popular obtiene el 53% de los votos en la provincia salmantina y gobierna en 268 de los 362 municipios. Destacando un 78% de los votos en Guijuelo y victorias tan importantes como las de Béjar, Peñaranda o Villamayor. En Castilla y León subimos y ya gobernamos hasta en León, tierra natal de ZP donde ni siquiera llena ya sus mítines.

Pero... ¿qué encierra todo esto?. Una enorme responsabilidad. El mayor reto de todos. El Partido Popular tiene la oportunidad de aplicar sus recetas en las comunidades donde gobierna, que ahora son 12 de las 17 (alguna aún pendiente de pactos). Aunque mucho me temo que lo más fácil será que la incapacidad del gobierno central y el endeudamiento que dejan los socialistas en muchas de ellas arrastre a algunas CCAA a contagiarse de la situación nacional.

Pero queridos amigos, en tiempos de crisis es cuando se demuestran los buenos gobernantes. Esos que con menos hacen más y son capaces de mantener los servicios públicos sin subir impuestos, tal y como ha prometido el futuro Alcalde de Salamanca. Además, cuando recibes un buen legado y una ciudad impecable es muy difícil reinventarte a coste cero.

En fin, queda por delante el gran reto de las elecciones generales que aún no sabemos cuándo son y queda por delante el reto de seguir haciendo de Salamanca una ciudad única. Sólo me queda agradecer el apoyo de tantos salmantinos que confían en la enorme capacidad de transformación de sus votos y que confían en que este gran equipo de personas pueden hacer muchas cosas por ellos. Claro que no les defraudaremos.

(La foto es de los compañeros de Nuevas Generaciones que han liderado e inspirado esta campaña con su trabajo e ilusión. A todos ellos: GRACIAS)