martes, 20 de julio de 2010

Autocontrol

En la vida cotidiana estamos constantemente sometidos a la influencia de las circunstancias externas e incluso a posibles ataques. Creo que ante estas situaciones es muy importante controlar las propias emociones y que la razón guíe nuestros actos siempre en función de los objetivos que queramos conseguir.

Este principio está muy en relación con el hecho de estar muy seguros de nosotros mismos, de tal forma que nuestra fortaleza nos haga creer que nada, por muy malo que sea, nos puede derribar.

La mejor forma de repeler un ataque es ignorarlo, con la misma elegancia y sencillez que se puede alcanzar una victoria. Si ya te tomas la crítica con humor es que eres un crack. El mejor portazo en las narices para los ataques externos es demostrarles que no influyen ni un ápice en nuestra conducta y que no consiguen sus objetivos porque una gran coraza llamada autoestima nos protege.

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